A todos alguna vez nos ha dolido la espalda, es de las lesiones más comunes y la razón principal por la que alguien se incapacita.
Conforme crece la investigación científica todo va cambiando y lo que antes creíamos acerca del dolor de espalda, ahora es diferente. Por eso quiero presentarles los diez datos del dolor de espalda que toda persona debe saber.
1. El dolor de espalda crónico puede asustarnos pero rara vez es peligroso: el dolor de espalda persistente puede ser inhabilitante y angustioso, pero no atenta contra la vida y es muy poco probable que uno vaya a terminar en silla de ruedas.
2. Hacerse viej@ no es una causa de dolor de espalda: si bien es una creencia que a mayor edad voy a tener más dolores de espalda, esto no está sustentado por la evidencia científica. En cambio, los tratamientos con sustento científico sí pueden ayudar a cualquier edad.
3. El dolor de espalda crónico no suele estar asociado con daño serio del tejido: la espalda es fuerte. Cuando uno tiene una lesión, el tejido sana en alrededor de tres meses, entonces si el dolor sigue después de este tiempo, es probable que hayan involucrados otros factores. Muchos de los dolores de espalda empiezan sin darnos cuenta o con un movimiento simple del día a día. En estas ocasiones puede estar relacionado a estrés, tensión, fatiga, inactividad o falta de costumbre, que hace que la espalda esté sensible al movimiento y la carga.
4. Exámenes como resonancia, radiografías o TAC no muestran la causa del dolor de espalda: este tipo de exámenes funcionan en la minoría de la población. Pueden haber resultados como hernias de disco, protusiones, degeneraciones, artritis, etc. Pero estos son descubrimientos muy comunes en personas sin dolor de espalda y no predicen qué tanto dolor voy a tener o qué tan inhabilitado voy a estar. También, los exámenes pueden variar con el tiempo, una hernia de disco se puede re absorber.
5. Dolor durante el movimiento o el ejercicio no significa que se está dañando ningún tejido: cuando el dolor persiste, es normal que la columna y los tejidos de alrededor se vuelvan muy sensibles al tacto y al movimiento. El dolor que siente durante las actividades y el movimiento refleja qué tan sensibles están las estructuras, no qué tan dañadas están. Entonces es normal sentir dolor cuando empiezo a moverme y hacer ejercicio. Normalmente, esto se va calmando conforme voy siendo más activo. De hecho, el ejercicio es de lo más efectivo para tratar el dolor de espalda.
6. El dolor de espalda no es causado por una mala postura: la forma en que nos sentemos, flexionemos y estemos de pie no causan dolor de espalda aunque sí puedan causar dolor. Es seguro relajarse cuando se hacen movimientos de espalda. Las posturas mantenidas por largo tiempo sí son peligrosas, ya sean buenas posturas o malas.
7. El dolor de espalda no es causado por un “core” débil: un “core” débil no causa dolor de espalda, de hecho las personas con dolor de espalda tienden a mantener el “core” siempre tenso como una forma de protección. Ser fuerte es importante cuando necesito una activación de los músculos, pero estar tenso todo el tiempo no ayuda. Aprender a relajar el “core” durante las actividades de la vida diaria puede ayudar.
8. La espalda no se fatiga con cargar peso y agacharse todos los días en las actividades de la vida diaria: actividades como correr, girarse, agacharse, levantar peso, son seguras siempre y cuando se hagan regularmente y de forma progresiva.
9. Un dolor de espalda que se agudiza no significa que me estoy haciendo daño: cuando tengo un pico de dolor puede ser aterrador y doloroso pero normalmente no están relacionados a daño en el tejido. Los disparadores usuales del dolor son dormir mal, estrés, tensión, preocupaciones, inactividad y actividades a las que no esté acostumbrado. Controlar estos factores puede evitar tener esos picos pero cuando se presenten puedo tratarlos con relajación, no preocuparse y estar tranquilo y moviéndose.
10. Inyecciones, cirugía y medicación fuerte no suelen ser la cura para el dolor de espalda baja: a largo plazo, estos no suelen ser la solución y pueden tener efectos secundarios. Encontrar la forma de controlar el dolor con bajo riesgo es la clave.
Fuente: 10 facts every person should know about back pain. British Journal of Sports Medicine.
Autora: Adriana Chaverri Rodríguez